Leo, mi sobrino, también ha cumplido años y para sus coleguitas de la guarde decidimos hacer unas coloridas estrellas de vainilla.
Les pusimos un mensajito, ya se sabe es que están en la edad de crecer. Parece que las galletas personalizadas gustan más.
Lo que más me ha llenado de estas galletas es que a Leo le han encantado, cuando digo que le han encantado me refiero a que se ha comido unas cuantas y con eso me doy por satisfecha.